La aspiración y meta del ser humano, es la felicidad. La felicidad no está supeditada a ninguna cosa material o una persona, por importante o necesaria que sea: casa, automóvil, hacienda, parcela, viajes, deportes, amistades conquistadas o pareja. La felicidad, es el acto interior que interpela a cada momento para encontrarla, aún en medio de las limitaciones más grandes, porque es un estado de ánimo, que por encima de todas las cosas, debo adecuarme, para ser feliz. Es más feliz el campesino, que comparte con su mujer e hijos, un pequeño espacio donde labra la tierra y produce algunos bienes, que aquel que vive en un rascacielo, lleno de las veleidades de la vida, pero se siente vacío y sin amor de sus semejantes, que se encuentran tan ocupados en sus cosas. Existen seres humanos, que buscan la felicidad en las drogas, el licor, e...